Mi ex pareja me dijo un día que yo no encontraré un hombre que llene mis expectativas. A veces, hasta le creo... Me considero una mujer segura de mí, de mis desiciones, mis acciones, y mis anhelos. Ultimamente, he sentido que estoy en un remolino de batidora. Las aspas aunque curvas me avientan hacia lugares desconocidos para voltear a contemplar situaciones de mi vida que no me estan gustando.
No creo pedir mucho en un hombre, en mi pareja. Me he detenido a pensar cuales son las prioridades en mis “expectativas”, he aquí algunas:
Primero que todo, no busco un hombre que me haga feliz, mas bien uno con quien yo me sienta contenta, en paz.
Que yo tenga la seguridad de saber que él estará ahí, listo para escucharme, para consolarme, e incluso alguien que contenga mis anhelos junto a los suyos.
Que caminemos hacia la misma dirección, aunque cada quien traiga su propia maleta, y reme su propia canoa. Sin tener que compartir los remos para sobrevivir.
Que sepa mostrarme que todavía hay horizonte.
Que no me considere una niña, ni una madre para él.
Alguien que sepa que yo también estaré ahí, y que confíe en que los problemas se pueden arreglar sin discutir a batalla conevertida en guerra.
Que sea capaz de entender que a veces, disfruto estar sola.
Que al vernos nos tropezemos de gusto el uno con el otro.
Que disfrutemos conversaciones largas y de cualquier cosa.
Alguien a quien le agrade leer un libro o ver una pelicula juntos, para despues salir a caminar y platicar los eventos, y las influencias de los presonajes en la manera de pensar.
Alguien que abraze con verdadero amor en las mangas.
Que festeje los mas deliciosos momentos con un detalle inesperado.
Antes que alimentos tres veces al dia, prefiero carcajadas mutuas en ese horario.
¿Existirá un hombre asi? Lo dudo mucho. Tanto, que estoy segura la felicidad en pareja no existe.
