viernes, 12 de febrero de 2010

Recibir Amor

Hoy recibí mucho amor. Alguna vez leí que para tener un cabello hermoso, la clave es dejar que las manitas de un niño lo toquen todos los dias. Siento que conseguir tener una vida hermosa, basta con dejar que un niño la toque todos los dias.

El día que celebramos el Amor y la Amistad, es caotico en el salon, pero se reciben muchas muestras de amor, muchos apapachos, y sonrisas sinceras de personas que no saben sonreir hipócritamente. De seres transparentes y bellos como lo son los niños que me rodean en el trabajo.

Hoy tambien recibi una noticia que me refuerza las bisagras de porque hago lo que hago. La secretaria de la rectora de mi distrito, quien alguna vez trabajo en la oficina de mi escuela, me llamo el otro dia. Hoy por fin pude regresarle la llamada, y una de las frases que me dijo fue la siguiente:

¨He notado ahora que estoy en la administracion general que los niños hispanos por fin estan saliendo adelante a la par con los americanos, me he dado cuenta que desde que estas tu trabajando con ellos, se empiezan a ver sus verdaderas capacidades en los años mayores, la semilla que has sembrado esta dando fruto¨.

Yo, cuando por fin pude recuperar la respiracion y levantarme del piso, le dije que le agradecia mucho sus palabras, que no solo me alegraba el dia, sino el resto del año escolar. Su respuesta fue, no tengo porque mentirte. Es muy notorio.

Dias como el de hoy, hacen que me obligue a quedarme donde estoy. Porque estos pequeños que a diario tocan mi vida, estan utilizando las esperanzas y conocimientos que por 187 dias intente guardarles en cada una de sus dendritas.

No me atribuyo lo que han adquirido en los siguientes años, pero si admito que mi mera intencion del constante recordatorio de lo importante que son como seres humanos en su condicion (cualquiera que esta sea) los ha hecho conscientes de mejorar cada dia.

Cuando me he topado con los jovencitos que han pasado por mi salon, he visto humanitos mas altos y mas maduros, con la especial caracteristica de que dicen mi nombre con gran sorpresa y una evidente sensacion de cariño mutuo. La gratitud no se compra. No se quien esta mas agradecido, ellos o yo.