Nuevamente me envuelvo en agua tibia,
Otra vez el agua consigue alizar los risos que penetran mis ideas.
Las gotas se debaten en mis hombros,
cruel invitada, gravedad, consigue derramarlas en dos cabos.
Fluyen desveladas al nicho de mi columna,
Se dividen nuevamente,
consiguen sublimarse en curvas decimales.
Las otras, llegan sedientas a mis senos,
Se giran como rehilete rodando al mas sutil viento.
Quieren adherirse, no pueden,
resbalan formando dos esferas casi perfectas.
Recorren mi cintura curva,
Mi vientre les exige suavidad,
Se unen las gotas, y deciden arriesgarse a terminar el recorrido.
No descartan las ganas de frotarse, de sentirse.
Se tornan entre muslos, entre pieles polares,
Se revuelcan, se despiertan con mas sentido que al inicio.
Pobres gotas, solo recorren pero no gozan,
El placer de tenerlas transparentes y ebrias,
Ha sido solo para mi.
2 comentarios:
Wow, ahce mucho que no tenía esa sensación de calidéz al leer un poema, que hay que decirlo, es bellisimo, sensorial.
Es un camino, una ruta, fue delicioso ser una gota, no se ellas, pero yo si lo gocé tremendamente.
Gracias Ilich, tu amabilidad se desborda que hasta sale por la barra de configuraciones del monitor.
Saludos!
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