lunes, 12 de septiembre de 2011

Mi Edgar Tiene Seis Años

No existe algo mas bello, mas puro y mas especial, que el rostro de mi hijo cuando duerme. Su corazón, el latido mas valioso. Su respirar es lo que revitaliza mi propio oxigeno. El amor de este humanito, indiscutiblemente la pureza enraizada en mi vientre.

No quiero que crezca. Su voz, matiza mis dias de almibar y mis sueños de sonrisas. Su acento único, enamora al viento que recorre mis dias. Sus pestañas, lluvia de sereno que cubre y alivia las miradas.

Con sus dedos pinta colores desconocidos de sutiles masajes. Su figura tierna revive mis dias grises. El olor de sus oidos me recuerda mis dias de infancia.

Sus rabietas describen a la Mónica de su niñez.

Amor mas grande, y mas pequeño que cabe en cada endidura de mi ser.

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